El método que aquí les comento no es nuevo,  pero hay muchas personas que no lo conocen. Sirve tanto para la limpieza  exterior como así también para el interior del motor.
				        En el caso que les muestro, el motor estuvo  puesto en un modelo y colgado en la pared sin uso durante 35 años! 
					  
					  
					    MATERIALES UTILIZADOS:
				        
				          - Refrigerante concentrado para  radiadores de automotores (viene en envases de 1 litro).
 
			            
				        
				        
				          - Trapo.
 
				          - Un cepillo pequeño, puede ser  uno de dientes en desuso preferiblemente mediano/duro. (No debe tener las  cerdas de metal).
 
				          - Un recipiente en donde pueda  colocar el motor y sumergirlo en su totalidad en el líquido refrigerante.
 
				          - Aceite liviano o After-Run.
 
				          - Opcional: Torno tipo “Dremel” con  cepillo de cerdas plásticas.
 
			            
				        PROCEDIMIENTO
				        Coloque el motor en el recipiente (yo  utilicé una cafetera), y échele el  líquido refrigerante hasta dejarlo totalmente sumergido. El conjunto debe ser calentado  sobre una hornalla con fuego muy muy bajo, como para que permanezca caliente  pero sin llegar al hervor durante un lapso de 3 horas. 
					    1. Consideraciones  sobre el líquido refrigerante: 
					    
					      - Tenga en cuenta que al calentarlo emana vapores, por lo cual es  necesario realizar en proceso en un ambiente ventilado.
 
					      - Está especialmente formulado para los nuevos motores que poseen componentes  de hierro, de aluminio y de plástico trabajando a altas temperaturas, así que  no tema por la integridad de los componentes de su motor de aeromodelismo.
 
					      - Es soluble en agua. Luego de realizar la limpieza del motor,  enjuague el recipiente y lávelo con una esponja con detergente, no van a quedar  rastros ni olores …hasta puede que el recipiente quede más limpio que antes. 
 
					      - Cuando termine el procedimiento de limpieza regrese el líquido al  envase original para volverlo a utilizar la próxima vez, en lo posible fíltrelo  con filtros para café de papel.
 
				        
					    2. Retire el motor del recipiente, del líquido  caliente (use un trapo para no quemarse) y cepíllelo. Durante esta operación  aproveché para sacarle la bujía, sacar la tapara del carter, la tapa del cilindro  y el carburador; aquí pude mover un poco el cigüeñal. Todo esto se hace con el  motor caliente ya que es el momento en que los restos gomosos se han ablandado.
					    3. Repita el proceso de sumergir el motor  –junto con las partes que retiró y todos los tornillos- en el líquido  refrigerante y colóquelo nuevamente a calentar durante otras 3 horas.
                        
                          Nota: No fuerce ningún elemento para aflojarlo y/o  sacarlo, en caso que haya partes “clavadas” repita el proceso  las veces que crea necesario, hasta que no  queden restos gomosos
                        
                        4. En mi caso recién después del segundo ciclo  pude sacar el barrilito del carburador y mover el cigüeñal de forma tal que  pude retirar el conjunto camisa-biela-pistón y el cigüeñal del carter –está  montado en buje de bronce y no sobre rulemanes-.
                        5. Vaya retirando una a una las partes del  recipiente y cepíllelas. Yo utilicé el cepillo de cerdas plásticas del torno  manual para limpiar los tornillos. 
                        6. Es hora de enjuagar todas las partes en  agua hirviendo, luego deben ser secadas con un trapo limpio. Cuando tenga hecho  esto puede reamar el motor lubricando una por una las partes internas (biela,  cigüeñal, pistón camisa, etc) con un aceite liviano tipo 3en1, pero si no tiene  pensado utilizar el motor en el corto plazo le recomiendo utilizar un After-Run  comercial.
                        Es de destacar que en este proceso no se  utilizan elementos abrasivos. Las pequeñas manchas que quedaron en la  superficie son estéticas y no afectan el funcionamiento del motor.
                        Las fotografías dan sobradas muestras de lo  que se puede lograr.