Estrellar un modelo contra  el suelo no es nada grato y cuando esto sucede no nos causa ninguna gracia. Por  eso resulta conveniente tener presente experiencias (¡mejor si son de otros!)  que ponen de relieve aspectos que conviene tener en cuenta para evitar  accidentes, tal como el caso que nos ocupa en esta oportunidad.
                   
                  Si bien a primera vista  puede parecer un elemento secundario, el carrete en el cual enrollamos nuestras  líneas de vuelo tiene su importancia, tal como ahora veremos. Hace un tiempito Carlitos  Barrabino subió al muro de facebook de APUCA las imágenes de un hermoso “38  Special” (versión para motor .40) realizado por un aeromodelista chino (Fotos  01 y 02) que tuvo un final poco feliz contra el cemento (Foto 03).
                   
                  
                    
                      Foto 01  
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                      Foto 02  
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                      Foto 03  
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                      Foto 04  
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                      Foto 05  
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                  En la Foto 04 ser aprecia el punto  en el que se cortó una de las líneas y en la Foto 05 lo que presuntamente fue el factor causante  de la fatiga que llevó al corte: la flexión de los extremos de las líneas, producida  por la forma de guardarlas al enrollarlas en el carrete. Más allá de sus  detalles particulares, esta experiencia me trajo  a la memoria mis propias vivencias sobre el  tema, y me pareció oportuno transmitirlas.
                   
                  Hace unos años ¡unos  cuantos! cuando uno iba a comprar un juego de líneas, venían tal como se ven en  la Foto 06. Sobre  la caja se puede observar el broche metálico provisto para apretar los extremos  finales de las líneas contra el costado del carrete plástico provisto por el  fabricante. Una vez preparados los terminales, para enrollarlas en el carrete  se pasaban los extremos (los iniciales) por la ranura (Foto 07) practicada en  el flanco y la pista del carrete y al terminar de enrollar, por la misma ranura  se pasaban los otros extremos (los finales), evitando que se zafaran con el broche  metálico. Por lo menos esa era la idea del fabricante, a la cual yo jamás  adherí. Se puede ver la curva que el paso por la ranura provoca en las líneas En  aquel entonces era muy común ver carretes fabricados artesanalmente (tal vez intentando  mejorar las cosas) e incluso yo preparé uno alguna vez, que no me conformó para  nada. 
                   
                  
                    
                      Foto 06  
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                      Foto 07  
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                  Consideré mucho más  oportuno perfeccionar lo que proporcionaba el fabricante y comencé a realizarle  (y lo sigo haciendo hasta ahora) una ranura (Foto 08) en la pista (la parte  inferior) del carrete, direccionada a lo largo de la misma. De esa forma la  salida de los extremos (iniciales) de las líneas se produce en forma mucho más  natural y sin dobleces. Los otros extremos (finales) los sostenía (Foto 09)  presionados con un pequeño pedazo de trapo enrollado y sujeto con el broche  metálico.
                   
                  
                    
                      Foto 08  
                       
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                      Foto 09  
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                  Con el tiempo vi. que la  gente de SIG había comenzado a agregar una ranura (Foto 10)  en el flanco lateral del carrete con la  intención de mejorar las cosas (Foto 11), pero no me convenció y seguí con mi  método (Foto 12). 
                   
                  
                    
                      Foto 10  
                        
                         
                      
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                      Foto 11  
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                      Foto 12  
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                  Tampoco me gustó el “labio” que hay en el borde de la ranura  y sobre el cual deberían apoyarse las líneas al pasar por allí. 
                  
                    
                  
                    
                      Foto 13  
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                      Foto 14  
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                  Más adelante  perfeccioné el sistema de sujeción de los terminales (finales) al concluir de  enrollar las líneas (Fotos 13 y 14) utilizando un trozo de elástico, que se  consigue en una mercería …o se puede “robar” del costurero de alguna señora/señorita  ¡salvo los que tengan su propio costurero! JeJe..